¿Qué es la ciencia?
Según J. Schumpeter: “es ciencia cualquier tipo de conocimiento que haya sido objeto de esfuerzos conscientes para perfeccionarlo. Estos esfuerzos producen hábitos mentales –métodos o técnicas- y un domino de los hechos descubiertos por esas técnicas”.
La finalidad del conocimiento y, por tanto, de la investigación científica, consiste en descubrir las normas, o sea, las leyes del universo empírico que rodea al hombre, de la realidad objetiva en la que éste se halla inmerso.
Este conocimiento consta de tres aspectos fundamentales.
Ante todo el conocimiento científico debe proporcionar una descripción de esta realidad. Pero no puede limitarse a describir esta realidad, sino que al mismo tiempo debe explicarla. Por esta razón la ciencia no puede ser solo un conjunto de definiciones.
La ciencia como dice Hegel tiene por finalidad mostrar la necesidad e los objetos y no dar una simple descripción de los mismos.
La segunda característica fundamental del conocimiento reside en el hecho de que el conocimiento científico no puede conformarse con una explicación cualquiera de la realidad. Según Hegel, más que explicar la naturaleza, la Humanidad tiene la obligación de conocerla. Es decir , la ciencia más que explicar el mundo debe comprenderlo.
La historia del conocimiento científico es en realidad la historia de cómo la Humanidad se ha explicado el mundo real: en un principio atribuyendo a los fenómenos causas y relaciones fantásticas; para pasar más tarde a hipotetizar causas y relaciones reales, y llegar por ultimo a conocer las relaciones que se establecen objetivamente entre los fenómenos de la realidad.
El requisito según el cual ha de explicarse la realidad partiendo de ella misma es común a todas las ciencias, e incluso es la característica que define a la ciencia, aquello que distingue a lo que es ciencia de lo que no lo es.
Engels dice:“concebir materialistamente la naturaleza no es sino concebirla pura y simplemente tal y como se nos presenta, sin aditamentos extraños”
La filosofía de Marx es un materialismo filosófico sistemático, es decir, que ha sido llevado a sus últimas consecuencias según palabras de Lenin.
El tercer y último aspecto fundamental del conocimiento está constituido por el hecho de que el conocimiento científico es únicamente una parte de la actividad humana, tan solo uno de sus aspectos. Poe ello el conocimiento nunca es, y no puede serlo, un fin en sí mismo. El hombre desea conocer el mundo para poderlo modificar de acuerdo con sus exigencias y necesidades.
El pensamiento y la acción, el conocimiento y la praxis se condicionan mutuamente, están estrecha e indisolublemente ligados. Pero es importante señalar desde un principio que esa unión no es una ligazón discreta, sino mediata, a través del conocimiento, de la cognición.
El criterio para valorar los resultados obtenidos mediante la actividad cognoscitiva, es decir, por la ciencia, será siempre y únicamente la correspondencia de tales resultados a la verdad, a la realidad de hecho, y no la mayor o menor utilidad de tales resultados.
Asimismo, entre conocimiento y acción existe otra diferencia importante desde el punto de vista metodológico. Así como la praxis, para que tenga éxito, ha de ser, como norma, una acción colectiva, coordinada entre más de un individuo, la investigación tiene por el contrario un carácter individual. Y ello se debe al simple hecho de que el hombre puede y debe coordinar su acción con la de sus semejantes, pero no puede coordinar su pensamiento con el de los demás; contrariamente a lo que ocurre en la acción, hasta hoy no se ha descubierto una forma colectiva de pensar.
Tanto la acción colectiva como el pensamiento individual son fenómenos sociales, no existen al margen de la sociedad humana, pues tienen un carácter eminentemente social.
El individuo es el ser social.
Las modalidades de desarrollo de la acción no coinciden con las del pensamiento. Lo cual significa que no nos podemos dedicar a un mismo tiempo a estos dos distintos aspectos de la actividad humana.
Si el hombre de ciencia quiere tener éxito en su investigación, nunca debe preocuparse por las consecuencias prácticas de la misma, en contra de lo que ocurre con el hombre de acción.
El hombre de ciencia nunca deberá indicar a los prácticos, a los hombres de acción, lo que deben hacer, sino únicamente lo que deberían tratar de hacer.
Según Einstein: “con el método científico alcanzamos una comprensión conceptual de las relaciones reciprocas que existen entre los hechos…”
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